Aunque según técnicos cercanos al proceso de estudio y licenciamiento de un polémico proyecto de generación de energía eléctrica, no habrá represamientos del río Cusiana ni alteraciones drásticas de su cauce o corriente, una ola de inquietud ronda a las comunidades ribereñas a dicha obra que dicen saber «muy poco» de los detalles de la iniciativa.
La alerta sobre el desarrollo de las obras (cuya licencia se tramita desde 2017 ante Corporinoquia) fue lanzada por un concejal de Pajarito (Boyacá) quien advirtió sobre el escaso conocimiento y socialización de la obra entre las comunidades cercanas a la cuenca del río Cusiana, un río vital para zonas de páramo; alta, media y baja montaña, y la parte de llanura, constiuyendo una gigantesca y vital cuenca hídrica para los departamentos de Boyacá y Casanare.
Sin embargo, pese a la importancia de dicho recurso hídrico, muchas comunidades fueron tomadas por sorpresa cuando el concejal pajariteño reveló, incluso, que la licencia ambiental donde se otorgaba el permiso para desarrollar la obra (en uno de los tres puntos solicitados), fue emitida el 24 de diciembre pasado.
El proyecto se denomina «Construcción y Operación de Proyecto Hidroeléctrico a filo de agua Río Cusiana – Esperanza -Cuez» y se ubica en la vereda La Sabana y Corinto de Pajarito.
La licencia fue solicitada a nombre de SOCIEDAD GM COLOMBIAN HYDRO SAS.
«Mejor dicho Corporinoquia le dio un regalo de Navidad a esos contratistas y un amargo aguinaldo a las comunidades, porque no se saben los detalles del proyecto», dijeron voceros de grupos ambientales que advirtieron sobre el riesgo de intervención del cauce del Cusiana en su zona alta.
Sobre el proyecto, se sabe que lo licenciado tiene que ver con uno de tres puntos donde se construirá un sistema de generación eléctrica que, aprovechando parte de la corriente del río, moverá una turbina con un caudal de agua que posteriormente se devuelve al cauce del afluente.
«Esto no genera mayores afectaciones al cauce, ni se trata mucho menos de una represa, incluso ya se está comparando al proyecto con Hidroituango», dijo una fuente cercana al proceso de licenciamiento que fue evaluado por más de siete técnicos y durante el cual, incluso, se negó que aguas arriba del Salto de Candelas se construyera uno de los tres sitios de generación.
Se trata de un sistema de generación «a filo de agua», sin necesidad de represar el agua y con una restricción tan estricta que durante tres meses (diciembre, enero y febrero, del tiempo de duración del proyecto) este tendrá que suspender porque se prohíbe cualquier tipo de generación de energía.
Lo cierto del caso es que de los tres puntos proyectados, se negó uno, se aprobó otro y uno tercero está pendiente de trámite.
A las 10 de la mañana de hoy esta previsto un encuentro de autoridades, comunidades locales de Boyacá y Casanare, que han anunciado su oposición al proyecto y reclaman total claridad sobre el tema.
Debido al interés que despertó el tema, una delegación de casanareños, tomará parte de la reunión.