Mamá, casos de la vida real
Santiago 2:8 Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; …
Queridas amigas, queridos amigos, ¿pueden creer que muchos niños, jóvenes y adultos, sienten que esta etapa del distanciamiento social fue para ellos la salvación y el regalo más grande de la vida, porque no tienen que estar sometidos a la burla de quienes los tildan de diferentes?
Puntualmente, quiero hablarles de aquellas personas que desde muy niños están sufriendo el rechazo de otros por su tono de piel. Es increíble como está quedando clavado en el corazón de muchos pequeños el sentimiento de rechazo porque otros niños de su edad les cierran las puertas y les juegan bromas pesadas al considerar que no son iguales a ellos.
¿En dónde está quedando la formación que como padres le estamos dando a nuestros hijos?
La respuesta está clara, no nos estamos tomando el tiempo para enseñar valores a las nuevas generaciones, mucho menos el amor propio y el amor por quieres nos rodean.
Y no lo hemos hecho como debe ser, porque nosotros no entendemos el significado de la frase que Jesús le dijo a su pueblo: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” Mateo 22:39
¿Cuánto te amas, te valoras, y quieres que los demás también lo hagan?
No sigamos dejando cicatrices irreparables en el corazón de nuestras nuevas generaciones. No permitamos que la brecha de la desigualdad y de las supuestas diferencias sociales, raciales, entre otras, nos sigan llenando de rencor, odio, e indiferencia.
Al final de los días todos tendremos que ir a descansar al mismo sitio y de nada valió que viviéramos llenos de apatía por la condición del otro.
Llevemos en alto las palabras que Jesús nos dejó, y permitamos que nuestros hijos las conozcan a fin de que podamos hacer de esta sociedad una más confiable.