Apenas a mediados de marzo de 2022 se completó el trámite de judicialización de un venezolano que en octubre de 2021 protagonizó un escabroso ataque a una familia de finqueros en zona rural de Tame (Arauca), hecho en el cual murió una mujer embarazada, su esposo resultó gravemente herido y se produjo el secuestro de la hija de la pareja, una niña de 8 años
Jesús Enrique Arias Ayala, venezolano señalado como presunto responsable del homicidio de Lina Mildred Pinto, quien se encontraba embarazada de seis meses (bebé que murió en su vientre) y del ataque a la otra hija de la mujer y al esposo, Oswaldo Parada Prada; fue enviado a una cárcel de Arauca por solicitud de la Fiscalía, luego de la diligencia de judicialización ante un Juez.
El hombre (quien también se hacía llamar Miguel Oriana) fue imputado por los delitos de homicidio agravado, homicidio agravado en grado de tentativa, aborto sin consentimiento y secuestro simple agravado. El extranjero no aceptó dichos señalamientos.
La tragedia ocurrió en la mañana del 25 de octubre de 2021, en la vereda El Jobal, de Tame (Arauca) cuando Arias Ayala, atacó con un arma de fuego a la pareja y a su hija cuando llegaban en moto a su finca, causando la muerte de la mujer y su bebé e hiriendo de gravedad al esposo.
A la niña de ocho años, el sujeto la llevó a la casa de la finca donde la amarró y amordazó, mientras procedía a apoderarse de la moto y algunos elementos, y procediendo a usar un tractor, al cual amarró a la mujer muerta y a su esposo casi moribundo, arrastrándolos por un trayecto de campo abierto, al parecer con la intención de arrojarlos al río, propósito que no logró cumplir.
Al parecer, el móvil del homicidio sería hurtarse elementos de la finca, donde Arias Ayala había trabajado anteriormente como «mensual», adonde llegó luego de trabajar en predios vecinos.
Sin embargo , el delincuente no contaba con que hábilmente, la niña amarrada logró soltar sus ataduras, escapó del sitio y huyó hacia una finca cercana, donde vecinos alertados por sus voces de auxilio acudieron al sitio de donde el sujeto se fugaba apresuradamente en medio de la persecución de los lugareños.
Luego de abandonar la moto de sus víctimas que sufrió una falla mecánica, el sujeto intentó escapar hacia zonas boscosas donde se ocultó por 48 horas, pero el extranjero fue sorprendido dos días después del terrible suceso (el miércoles 27) por vecinos de la vereda Macapay, quienes lo acorralaron y luego de desarmarlo y quitarle un arma de fuego, lo entregaron a la Policía.
Cinco meses después Oswaldo y su hija buscan reponerse de sus heridas y afectaciones pero ven con sorpresa la lentitud de la justicia en la aplicación de la ley con mayor rigor para este desalmado asesino.
(Vídeo y fotos: Fiscalía / Fotos víctimas: tomadas de www.laprensaraucana.com – Juan Pablo Cañón)
