Según las autoridades militares, alias “el Chigüire” y “Wilder Castellanos” en complicidad con un menor de edad, fueron los crueles ejecutores del atentado contra una patrulla militar de jóvenes soldados que dejó cuatro muertos y cinco heridos, entre uniformados y población civil, en hechos que acontecieron en el norte de Casanare.
Los secuaces de alias “Antonio Medina”, cabecilla de las disidencias del Frente 28 de las FARC que ordenó el atentado, para lo cual utilizaron un accidente de tránsito simulado como señuelo para atraer a los militares a la trampa, fueron capturados horas después de la explosión mortal.
El primero de ellos fue un menor de edad, entregado a órdenes de la Policía de Infancia y Adolescencia y a quien la Defensoría del Pueblo asiste jurídicamente, y a quien se señala de transportar en moto a los dos autores materiales de la acción.
Después de su aprehensión, este jovencito dio a conocer que existía una “segunda bomba”, situación que fue confirmada por el hallazgo de un nuevo artefacto explosivo el cual se produjo en la vereda La Palma, el mismo día de la explosión inicial, confirmando las sospechas de que “Medina” y sus secuaces preparaban una segunda acción terrorista, que por fortuna fue conjurada por las autoridades.
En cuanto a “el Chigüire” (Luis Aladino Vergara López) y “Castellanos” (Elián Efrén Alape Delgado), un juez impartió orden de detención intramural luego de que la Fiscalía 5ª Delegada GAULA, y tras la imputación de cargos de concierto para delinquir agravado con fines terroristas, terrorismo, homicidio agravado, porte ilegal de armas y explosivos y lesiones agravadas con fines de terrorismo.
Algunas fuentes indicaron a EL NUEVO ORIENTE que las capturas se produjeron en la vereda Maraure, entre Paz de Ariporo y Hato Corozal, por unidades del Grupo Guías del Casanare en coordinación con otros organismos de seguridad.
En las próximas horas está prevista una rueda de prensa donde se entregarán más detales del hecho.
