Un nuevo ingrediente sumó el Boyacá Chicó a la denuncia pública que desde el 10 de julio hizo este equipo de fútbol por supuestas promesas incumplidas de la Gobernación de Casanare, en torno a la participación que la divisa mantuvo en el torneo profesional femenino de dicho deporte.
Se trata de un audio en donde se escucha a una persona, hasta ahora sin identificar, hablando al parecer a nombre del gobierno departamental de Casanare con un interlocutor que sería Nicolás Pimentel, uno de los miembros de la junta directiva del equipo sobre un compromiso donde se menciona la cifra de aportes por $120 millones, más un proceso «contractual» que se haría a través de INDERCAS.
Dichos recursos serían el aporte del departamento para garantizar la presencia del equipo jugando en el estadio Santiago de las Atalayas de la capital casanareña.
El hecho llama la atención pues desmentiría a la Gobernación que fue señalada por los Pimentel de incumplir una promesa de aporte de recursos que públicamente han desmentido voceros departamentales.
Desde el 10 de julio comenzó la controversia luego de que Eduardo Pimentel, señaló a la Gobernación, al INDERCAS y al mismo gobernador de incumplir con dichos aportes para el equipo femenino que no alcanzó la fase semifinal del torneo, en parte porque según los directivos boyacenses, no se contó con facilidades prometidas para su permanencia en la capital casanareña.
Amén de preguntarse cómo es que se prometen recursos públicos para un club privado, la opinión pública se sigue preguntando cuál fue realmente el alcance de los compromisos pactados entre Boyacá Chicó Fútbol Club y la Gobernación de Casanare y si realmente existió un aporte por vía contractual a través del INDERCAS…