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BARRIO SAN MARTÍN, SITIADO POR EL DESORDEN DE INDÍGENAS Y EXTRANJEROS “SIN DIOS NI LEY”. AUTORIDADES BRILLAN POR SU AUSENCIA…

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En el céntrico sector de San Martín (tal vez el primer barrio que tuvo Yopal), los desafíos a cuchillo, el desorden y los abusos de convivencia contra vecinos del sector se convirtieron en “pan de cada día”.

Muchas veces los protagonistas son jovencitos indígenas de apenas 9, 10, 11 o 12 años, que se desafían con machetes en medio de delirios de trago (o quién sabe qué otras cosas)… otras, son jóvenes (o jovencitas) de acento venezolano, que luego de sus peleas convierten algunas esquinas y aceras en dormitorios, al punto de que en unos cuantos lugares ya flota un tufo insoportable de excremento, sudor y orines…

Algunos comerciantes tercos, que insisten (por fuerza de empeño o de necesidad) en mantener sus negocios abiertos, reclaman la presencia de las autoridades y atención a los niños que incluso se ven sometidos a maltratos por parte de sus acompañantes.

“El trasiego de personas ajenas al barrio es constante… desde las 6 de la mañana hasta las 7 u 8 de la noche, pasan y pasan hacia el Parque ‘la Iguana’ y nadie hace presencia”, dice un vecino, dueño de un taxi y quien recorre a diario las calles capitalinas.

“Nos sentimos abandonados… de manera insistente se ha pedido el acompañamiento de las autoridades municipales, que aún no nos dan ningún tipo de respuesta a nosotros como principales afectados con la alta presencia de migrantes e indígenas que deambulan en el sector”, agrega el ciudadano.

Los vecinos denuncian que las discusiones a veces terminan en desafíos de machetes, golpes de palo y demás elementos por los jovencitos. El grupo de indígenas, entre 25 y 30, deambula por todo el centro de Yopal, desde el sector de San Martín hasta el parque El Resurgimiento, en caravanas controladas por hombres adultos de mirada desconfiada.

Son grupos de 20 o 25 personas… caminan, piden comida, mendigan… los niños, desamparados, siguen a los adultos. En silencio.

Al respecto de la situación, el Coronel José Rafael Miranda, Comandante de Policía de Casanare, expresó que vienen trabajando a través de la autoridad municipal para dar solución integral a la problemática pero son ellos los que tienen la responsabilidad directa.

“También estamos trabajando con Policía de Infancia y Adolescencia para evitar estos tipos de comportamiento y a través del Instituto de Bienestar Familiar tomar algunas medidas de protección para estos niños y jóvenes”, dijo.

En cuanto a los momentos de desorden, dijo que los afectados pueden comunicarse a través de la línea 123 y exponer lo sucedido para que la Policía verifique y notifique a la autoridad competente.

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