Por UNIDAD DE ANÁLISIS POLÍTICO / El Caldero Político – El Nuevo Oriente
La política casanareña volvió a encenderse con un nombre que muchos daban por retirado: Salomón Sanabria, exgobernador de Casanare, quien suena como posible candidato al Senado de la República.
Y bastó que su nombre volviera a sonar, para que en Paz de Ariporo se reavivaran los reclamos del pasado.
La exalcaldesa Eunice Escobar Bernal fue la primera en salir al ruedo, recordándole al exmandatario su aparente indiferencia hacia el municipio durante su gobierno y, de paso, su vieja promesa de que “no volvería a la política”.
Pero Sanabria no se quedó callado. Con tono medido —pero directo— le respondió que sí dejó obras y recursos, y que quizá el malestar de la exalcaldesa tenga nombre propio: Alejandro López, entonces diputado y quien habría sido su principal interlocutor en la gestión de proyectos para el municipio.
Como si faltara chispa, su esposa Cielo Barrera también entró a escena, pidiendo “reflexión” y defendiendo el legado del exgobernador, mientras el debate subía de tono en redes sociales.
En medio de la disputa, un hecho queda claro: la posible aspiración de Salomón Sanabria no solo remueve el tablero político regional, sino que revive tensiones y protagonismos en un municipio donde los liderazgos aún siguen midiendo fuerzas.
Y mientras en Paz de Ariporo se cuentan las versiones, el diputado Alejandro López aparece, sin proponérselo, como el inesperado protagonista justo cuando se rumora su posible renuncia a la asamblea para emprender una campaña a la Camara de Representantes.





