La Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP), en
representación de la industria de los hidrocarburos en el país, rechaza los actos violentos
perpetrados por grupos armados ilegales que se vienen registrando en el departamento de
Arauca, los cuales han cobrado la vida de líderes sociales, han puesto en grave riesgo la integridad
de las comunidades, han afectado el medio ambiente y tienen repercusiones en la garantía de la
seguridad energética de los colombianos.
En lo que va del año, se ha conocido que en el departamento se han registrado el asesinato de
cuatro líderes sociales, ocho atentados a oleoductos y un ataque a un Comando de Acción
Inmediata (CAI) de la Policía.
Estos hechos constituyen claras violaciones a los derechos humanos
de quienes viven y trabajan en Arauca, personas cuya seguridad y bienestar deben ser la máxima
prioridad para todos.
Desde la industria, expresamos nuestras más sentidas condolencias a las familias de las víctimas
de estos lamentables actos, y manifestamos nuestra solidaridad con las comunidades y
autoridades que están enfrentando esta difícil situación.
El deterioro de las condiciones de
seguridad y orden público en la región es profundamente preocupante. Es urgente que se
fortalezca la presencia institucional y trabajo articulado de las autoridades competentes, así como
la adopción de las medidas necesarias para proteger a la población civil y garantizar todos sus
derechos.
En materia energética, es importante tener en cuenta que, los atentados contra oleoductos y la
infraestructura del sector afectan la prestación de servicios públicos esenciales, el abastecimiento
país y ponen en riesgo la seguridad energética.
Durante el primer semestre de este año, en Arauca
se han producido cerca de 58 mil barriles de petróleo por día, en promedio, que equivalen al 7,4%
de la producción del país.
Además de las repercusiones en el desarrollo y viabilidad de las
operaciones e inversiones en la región; y su impacto en la dinámica socioeconómica del territorio.
Reiteramos el rechazo a estos actos que comprometen y afectan los derechos de todos los
colombianos.
En el sector, nos unimos al llamado de los araucanos a trabajar por la paz, el cuidado de la vida, el
bienestar de las comunidades, la preservación de los recursos naturales, y el desarrollo sostenible
de la región.