Cansado se encuentra el Alcalde de Yopal, Marco Tulio Ruiz, con los incumplimientos y desidia de la entidad ASOSUPRO, ante los frecuentes requerimientos y peticiones de informes que al menos en cinco ocasiones le ha pedido a esta entidad.
ASOSUPRO, una de esas entidades creadas con la perfecta intención de evadir obligaciones tributarias mediante una figura de contratación por cooperación que le castra a los municipios la posibilidad de recaudar impuestos para programas sociales (como atención de tercera edad, deportes, población vulnerable, entre otros), fue la entidad ideal para los propósitos de contratación de más de 45 mil millones de pesos del exalcalde de Yopal, Luis Eduardo Castro.
Precisamente, con dicha entidad, Castro contrató arreglo de parques, construcción de infraestructura comunitaria, electrificaciones, pavimentaciones y la brutal intervención ambiental y social de un sector adyacente al caño Campiña, entre las calles 30 y 40, para construir una «corredor ecológico y ambiental».
Solo en esta obra la inversión es superior a los 18 mil millones de pesos.
Sin embargo, la ejecución del proyecto no ha estado exenta de reclamos y protestas: no solo por el impacto ambiental sino por el daño ecológico y ahora por la semiparálisis de la obra que la tiene al borde de que se convierta en un «elefante blanco».
Frente al tema, se calcula que al menos entre 1.500 a 1.800 millones de pesos deja de percibir Yopal por cuenta de impuestos para proyectos sociales, debido a la maniobra contractual de Castro & ASOSUPRO con estos proyectos.
El Alcalde Ruiz ha dicho que está dispuesto a ejecutar pólizas de cumplimiento ante las demoras en el proyecto «ambiental».
