La orden de pago del acta de liquidación de un polémico contrato adjudicado a un oscuro consorcio integrado por el Grupo «Galvis GP S.A.S.», representado legalmente por William Galvis y Claudia Consuelo Acevedo Montañez, y que fue ejecutado en medio de fuertes polémicas, podría significarle el primer gran dolor de cabeza jurídico a Luis Eduardo Castro, actual Alcalde de Yopal.
El jugoso contrato (superior a los $3.000), que contemplaba el suministro de 11 mil raciones alimenticias para niños yopaleños (9.945 almuerzos preparados en el sitio y 1.055 raciones industrializadas) financiado con recursos de la Alcaldía y el Ministerio de Educación, tuvo tantos problemas que incluso no fue ejecutado en su totalidad e incluso al término de la administración anterior, se dispuso la «no prórroga» del mismo a falta de nueve días para terminar el calendario escolar.
La empresa fue seleccionada en un tortuoso y polémico proceso, realizado por la Alcaldía de Leonardo Puentes, y se constituyó en uno de los «chicharrones» (temas polémicos) que el actual Alcalde (Castro) dijo le había «heredado» su antecesor.
Y es que además de la mala calidad de los alimentos y de las quejas constantes sobre la cobertura del servicio, el contratista incumplió hasta el punto de no pagar, obligaciones laborales y de compra de suministros a pequeños proveedores que hoy no tienen quién les responda por las deudas…
El «chicharrón de Leo» podría significarle a Castro una demanda que anunciaron los afectados, ante lo cual el mandatario respondió que ordenó el pago porque el contrato fue liquidado antes de finalizar su administración.
«Yo jurídicamente no tengo salida distinta de ordenar el pago… porque eso quedó liquidado en la vigencia anterior; si me demandan, pues eso se cae ‘de su propio peso’ y los afectados tendrán que acudir a otras vías jurídicas para que les respondan por sus obligaciones», dijo el mandatario yopaleño.
