CLARO & DIRECTO: EL EDITORIAL DE EL NUEVO ORIENTE
¿El norte de Casanare en manos de las FARC…?
Por LUIS MARTIN MESA PAREDES
Director periódico EL NUEVO ORIENTE
Los 36 días que duró el drama de secuestro para Alexandra Martínez y la confirmación que ella misma hiciera pocas horas después de su liberación, sobre los autores de su retención, ratifican las denuncias que en voz baja hicieron muchos dirigentes casanareños (especialmente del norte del departamento) durante los últimos meses y que nuestros “organismos de seguridad del Estado”, negaron o, por lo menos, no concedían crédito.
En su testimonio a PAUTO NOTICIAS, el primer medio que la entrevistó presencialmente, Alexandra señala a las disidencias del Frente 10º de las FARC como las responsables de su largo secuestro.
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https://www.facebook.com/175168172593937/posts/2767716263339102/
En el seno de los “consejos de seguridad”, uno de los cuales a comienzos de año contó con la presencia del Ministro de Defensa, se repitieron dos cosas: las denuncias sobre el incremento delictivo de la presencia de las FARC (con su expresión de extorsiones y amenazas) y el menosprecio de las autoridades ante dichas denuncias.
Pero al respecto, los hechos son contundentes y claros: precisamente, bajo el cuatrienio donde gobernantes del Centro Democrático ratifican el “dominio político de dicho partido” (incluyendo Gobernador y el “cordón” de Alcaldías del norte de Casanare en su poder: Hato Corozal, Paz de Ariporo y Pore), las disidencias de las FARC parecen reforzar su presencia delictiva.
Hoy, diversos medios citan un informe del periódico EL TIEMPO sobre el avance y consolidación de las disidencias de las FARC en todo el territorio nacional, citando (cómo no) a Casanare como uno de esos teatros en donde dichas guerrillas consolidan presencia armada y mediante sus “redes de apoyo”.
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https://www.notimerica.com/politica/noticia-colombia-disidencias-farc-duplican-tamano-ano-suman-ya-2600-guerrilleros-armados-20200531134235.html a través de @notimerica
Los datos del análisis, ya los había vivido Casanare a comienzos de 2020, justo antes de la declaratoria de la “pandemia”: secuestros “exprés”, extorsiones y vacunas, incluso ajusticiamientos ordenados por dicha guerrilla (dos consumidores asesinados en un barrio de Paz de Ariporo) y constantes registros de hechos delictivos.
La historia de este secuestro, de la cual faltan aún muchas piezas que poco a poco se irán conociendo, ratifica lo que estudios, testimonios y denuncias de la gente sobre la presencia de las FARC en territorio “uribista” se viene diciendo, mientras el departamento sigue escuchando la retahíla institucional de siempre: “todo está bajo control”, “el Estado tiene el monopolio de las armas”, etc., etc., etc.