Cerca del 90% de un paquete de recursos de crédito, destinados a garantizar la producción agraria y la sostenibilidad alimentaria durante esta época de pandemia, se han concentrado en manos de beneficiarios que los utilizan en actividades no productivas.
Así lo evidenció la Contraloría Delegada para el Sector Agropecuario de la Contraloría General de la República (CGR), al examinar en forma detallada el comportamiento de las colocaciones hechas por FINAGRO dentro de la Línea de Crédito “Colombia Agro Produce”.
FINAGRO es uno de los mayores colocadores de crédito oficial en el país y del 1 de enero al 31 de marzo de 2020, supera por este concepto los $6,1 billones, de los cuales $4,8 billones (el 78%) han sido para los grandes beneficiarios, que son personas con activos superiores a los 5.000 salarios mínimos mensuales.
Los medianos productores han recibido $710 mil millones (12%), mientras que los pequeños (entre ellos quienes no superan los 280 salarios mínimos), han recibido $630.000 millones (10%), suma considerada pequeña dentro de ese universo.
Productores: los menos beneficiados
En cuanto a la línea especial de crédito “Colombia Agro Produce”, lanzada en respuesta a la emergencia, grandes agroindustriales y comercializadores se quedan con la mayor parte de los recursos colocados.
En un análisis sobre el tema, el equipo de trabajo de la GGR, encontró que de los $226.000 millones colocados hasta el 8 de abril, $213.566 millones han ido a grandes comercializadores y agroindustriales; $8.300 millones para medianos productores y, apenas, $4.200 para pequeños productores.
Según el informe, de los $226 mil millones, $196.133 millones se colocaron por rubros de comercialización y/o transformación, costos operativos y anticipos.
Agrega la CGR que “los recursos se colocan sin controlar la afectación por la emergencia y su destinación, de tal manera que no surte efecto lo dispuesto por la CNCA (Comisión Nacional de Crédito Agropecuario) y la Circular #11 de FINAGRO, que estableció que los grandes clientes no pueden acceder a la línea para comercialización”.
“A la fecha la línea no les está llegando a los productores agropecuarios, sino a grandes agroindustriales, comercializadores y prestadores de servicios”; explican los investigadores de la CGR.
De acuerdo con la normatividad de emergencia, esta línea de crédito debería estar focalizada en actividades de producción de alimentos o en factores que impacten o protejan el empleo.