En las últimas horas las autoridades de Casanare informaron la captura de Andrés Felipe Pérez Rubio, conocido en la calle como alias “Riosucio”, un hombre con un extenso prontuario judicial que vuelve a poner en el debate público la dificultad de lograr sanciones efectivas contra la criminalidad menor pero reiterada en la capital del departamento.
La detención se produjo en un allanamiento realizado en el barrio Llano Lindo de Yopal, en cumplimiento de una orden judicial emitida por la Fiscalía.
Pérez Rubio figura con decenas de anotaciones en el Sistema Penal Oral Acusatorio (SPOA) —las versiones públicas más recientes consignan entre 19 y 24 anotaciones— por delitos que van desde hurto calificado y agravado hasta lesiones personales y, en algunos expedientes, aparecían vínculos indirectos con homicidios.
Esas anotaciones y la reiteración de conductas delictivas hicieron que su nombre fuera incluido en carteleras de “los más buscados” de Yopal en convocatorias previas de la Secretaría de Gobierno y la Policía.
El modus operandi que se le atribuye es el de actor delincuencial recurrente en la modalidad de “raponazo” y atraco a mano armada, principalmente contra mujeres y transeúntes en vías públicas.
Las denuncias ciudadanas y las fichas policiales documentan múltiples hechos cometidos con rapidez y movilidad —frecuentemente en motocicleta—
Reincidecia delictiva
La trayectoria criminal de “Riosucio” está marcada por un patrón conocido en Casanare: capturas periódicas seguidas, en ocasiones, por libertades provisionales o excarcelaciones motivadas por fallas en la cadena probatoria o por el vencimiento de términos procesales.
Fue el caso de la captura de finales de octubre de 2024, cuando Pérez Rubio cayó junto a alias «Kevin» quien permaneció detenido en la carceleta de la estación de Policía por vrios meses antes de recuperar la libertad por vencimiento dc términos.
Esa dinámica —captura, libertad por vencimiento y nuevo acto delictivo— es precisamente lo que hace que casos como el de “Riosucio” se conviertan en emblemas de la ineficacia de la lucha contra la delincuencia urbana: la efectividad de la respuesta policial puede ser alta en el plano operativo, pero depende en gran medida de la solidez del material probatorio y de la diligencia de la Fiscalía y los juzgados para que el arresto se traduzca en una medida de aseguramiento prolongada o en una condena.
Comunidad escéptica
Habitantes de los barrios donde operaba “Riosucio” han expresado alivio por su detención, pero también escepticismo: “Lo capturan, lo sueltan y vuelve a hacer lo mismo”, dijeron.
Comerciantes y transeúntes coinciden en que los episodios de raponazos y atracos generan un efecto multiplicador: reducción de la presencia en la vía pública, miedo al usar transporte o caminar por ciertas calles, y un llamado reiterado a reforzar patrullajes y mejorar la coordinación entre Fiscalía y policía.
La figura de alias “Riosucio” resume varias de las tensiones de la seguridad urbana en Yopal: la reiteración delictiva por parte de actores que operan con movilidad y rapidez; la respuesta táctica efectiva de la policía para capturarlos; y las fallas procesales que, cuando aparecen, permiten que esos mismos actores regresen a la calle.



