Por solicitud de la Fiscalía General de la Nación un juez de control de garantías impuso sendas medidas de aseguramiento en centro carcelario contra Miguel Ángel Silva Arroyo y Jeysson Armando Plazas Castillo, por su presunta responsabilidad en la muerte de un comerciante al cual agredieron mortalmente en hechos ocurridos en Yopal, el pasado 2 de noviembre.
Fiscales de la Seccional Casanare les imputaron, de acuerdo con su responsabilidad individual, los delitos de homicidio agravado y homicidio cargos que no fueron aceptados por los sujetos.
La Fiscalía evidenció que el pasado 2 de noviembre, Silvia Arroyo y Plazas Castillo tuvieron una riña con un comerciante, a quien, golpearon hasta la muerte. Estos hombres fueron capturados por la Policía Nacional en Aguazul (Casanare) y Sogamoso (Boyacá), mientras que un tercero Yefri Janhel Melo es buscado en territorio araucano hacia donde habría huido luego de cometer el hecho.
El pasado 2 de noviembre, en la madrugada —aproximadamente entre las 3:30 y 4:00 a.m.— fue agredido brutalmente el comerciante Harold Sierra Peñate, de 52 años, en un hecho que comenzó en la plazoleta o sector de comidas del centro comercial El Hobo de Yopal (Casanare), después de que la víctima, junto a su esposa y otros familiares, saliera de un establecimiento nocturno (el local Plaza Juárez).
La agresión se produjo en un espacio público cercano a la discoteca, en medio de un altercado con un grupo de jóvenes; testigos y familiares relatan que la pelea escaló y Sierra recibió múltiples golpes en vía pública, sin que nadie tratara de evitarlo, incluso un vigilante que ni siquiera alertó con prontitud a autoridades policiales que acudieron luego de que ocurriera la agresión.
Tras la golpiza Sierra Peñate fue trasladado a un centro asistencial, donde horas después falleció por la gravedad de las lesiones.
Los relatos señalan como contexto del ataque un episodio de intolerancia: la familia afirma que el comerciante habría sido confrontado por jóvenes consumidores y que la disputa se originó cuando Sierra se negó a participar en conductas asociadas al consumo de sustancias en el sitio mientras otras versiones hablan de una reacción a un reproche de la víctima hacia los jóvenes.
Una de las hijas de la víctima brindó declaraciones públicas pidiendo justicia.


