Una dolorosa decisión debieron asumir los familiares de las cuatro personas desaparecidas en el derrumbe del cerro Sebereño y que sepultó bajo más de 60 mil metros cúbicos de piedra, lodo y escombros, a los dos residentes de una finca y dos trabajadores, en zona rural de Labranzagrande (Boyacá).
En las últimas horas, el Alcalde de la localidad JORGE VANEGAS, confirmó a EL NUEVO ORIENTE que debido al alto nivel de riesgo, los familiares acordaron la suspensión de los intentos de recuperación de los cuerpos que podrían estar a más de 20 metros de profundidad.
Las labores se realizan con el apoyo de más de 150 personas, entre voluntarios, funcionarios públicos y 45 rescatistas de Ejército, Defensa Civil, Cruz Roja y bomberos de Tunja, Labranzagrande y Yopal (Casanare) que cuentan con el apoyo de doce caninos entrenados en tareas de búsqueda en zonas de derrumbes.
«El problema es que hay flujos de aguas subterráneas, la montaña se sigue moviendo, el terreno es inestable y la labor se tiene que realizar prácticamente con herramientas manuales porque es imposible acceder al terreno con maquinaria pesada… se calcula que más de 60 o 70 mil metros cúbicos de material, cayeron sobre el predio desde la parte alta de la montaña», dijo el alcalde labrancero.
Ante dicha circunstancia, el mandatario afirmó que los familiares aceptaron suspender las labores de búsqueda y que se espera el arribo al sitio de una comisión de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres para evaluar la situación y tomar decisiones ante la emergencia.
El derrumbe de la montaña se reportó hacia las 4 de la tarde del domingo 9 de junio, y se precipitó sofre una finca donde seencontraban Leónidas Hurtado, Edgar Maldonado (de Pisba), y el matrimonio conformado por José Ramiro León Socha y doña Maria Luz Patricia Castro
