En un total misterio para las autoridades y la familia se ha convertido el paradero de Néstor Julio Barón Reyes, el finquero secuestrado a principios de mayo, cuando sujetos llegaron a su finca en un sector rural de Paz de Ariporo y se lo llevaron con rumbo desconocido.
Y aunque en un comienzo se dieron a conocer algunos indicios, como exigencias de dinero ( se habló de una suma entre $200 y $300 millones por su liberación), el silencio que desde hace al menos dos semanas mantienen sus captores que habrían suspendido todo tipo de contacto con la familia, aumenta la incertidumbre sobre el paradero de esta víctima de secuestro.
De manera reiterativa, las autoridades han mantenido un silencio prudente y estricto sobre el tema, respetando deseos de la familia que por algunas personas cercanas a Barón Reyes, reclamaron a medios de comunicación que se hiciera pública la noticia.
Lo primero que se supo al respecto, es que en su propio vehículo fue llevado por un largo trecho, hasta un punto donde abandonaron la camioneta Renault Duster y abordaron otro tipo de transporte aún desconocido.
Sobre su paradero se especula que fue llevado hacia territorio araucano e incluso fuentes que EL NUEVO ORIENTE consultó sobre el caso, afirmaron que podría tratarse de un grupo delincuencial que lo hizo cautivo y lo entregó posteriormente a otra estructura criminal, en una práctica que en los años 90 y a comienzos de los 2000 hicieron célebre los llamados «Garbanzos».
Se especula que ciudadanos extranjeros habrían estado vinculados a este secuestro.
Por lo pronto, se espera que el tema sea abordado en el consejo de seguridad de mañana miércoles, mientras que amigos y familiares han convocado a una ceremonia religiosa pidiendo la pronta liberación del ganadero y pidiendo que se respete su vida e integridad física.
