Dudas y reparos en torno a la transparencia del «concurso de meritocracia» que adelanta el Concejo de Yopal para la elección de Personero, expresaron varios interesados en continuar con el proceso, luego de conocer hechos muy llamativos y que, según algunos entendidos, podrían enredar el trámite de dicho concurso de selección.
El asunto no es de poca monta, pues se trata de escoger a un funcionario que debe velar por los derechos de la comunidad yopaleña y que además de administrar un presupuesto millonario y una apreciable paquete burocrático, conoce de asuntos trascendentales para la comunidad en temas de seguridad, convivencia y derechos humanos, amén de actuar en la vigilancia de la conducta de algunos funcionarios del orden municipal.
«Es un puesto clave y debe elegirse a una persona idónea», dijo uno de los concursantes.
«Sin embargo, lo que hemos visto son cosas muy extrañas: por ejemplo, cómo es posible que el asesor jurídico del Concejo se inscriba y sea aceptado como ADMITIDO en la primera lista de postulantes, a sabiendas de que podría actuar como ‘juez y parte’… creemos que estuvo a punto de presentar examen y es muy comentada su relación con un concejal de apellido Barrios, de quien se dice es su ´padrino´ al interior de la Corporación», dijo otra fuente sobre el tema, también concursante.
Al parecer, y aunque en una primera lista de admitidos su nombre apareció, ya para la segunda se consignó que había presentado «renuncia voluntaria» al concurso, al parecer porque se destapó su interés en participar del concurso, a sabiendas que él como jurídico del Concejo había tomado parte en etapas definitivas de la parte legal del contrato para escoger a la universidad que adelanta el proceso.
Precisamente, fue la Universidad Francisco José de Caldas, la misma que adelantó el concurso polémico para la reelección de secretaria General de la corporación a principios de año, la entidad a cargo de este nuevo proceso.
DUDAS EN TORNO A LA LISTA…
Y a propósito de dicha lista, también fue notorio para los concursantes el hecho de que en un primer consolidado «PARCIAL» de candidatos, aparecieran 81 y en la segunda lista ya aparecieron 82, encontrándose un aspirante «fantasma» del cual no se tenía conocimiento.
«No podía aparecer ya que la etapa de inscripciones se había cerrado cuando se confeccionó la primera lista, es más, la resolución de la divulgación de la lista definitiva no consigna por ningún lado, ni explica la aparición de ese nuevo concursante, es decir que cómo llegó ahí…», se preguntan algunos concursantes.
Y a propósito de las resoluciones, todas, incluida esta y desde el comienzo del proceso, adolecen de la firma de una de las tres concejales de la Mesa Directiva, Laura Barrera quien según fuentes de entero crédito ha expresado algunos reparos al concurso y por lo tanto se ha negado a firmar o a encontrado pretextos válidos para no suscribir la documentación.
Así las cosas, ya comienzan de nuevo a asomar las sombras de duda sobre el proceso para elegir al Personero de Yopal, el cual debería ser lo más transparente, claro y diáfano posible y que vuelve a estar plagado de suspicacias y, sobre todo, como lo dijo alguien: podría estar en riesgo jurídico si no se aclaran dudas como estas alrededor del proceso.
