Con una remembranza sobre la lucha personal, social y política de su padre, el exalcalde de Aguazul, MAURICIO JIMÉNEZ PÉREZ «el PATÓN», recordó desde la clandestinidad el homicidio hoy hace 32 años de LUIS MARÍA JIMÉNEZ, uno de los más recordados líderes del municipio.
«Fue el 10 de agosto de 1991 cuando vilmente asesinaron a mi padre Luis María: este 10 de agosto se cumplen 32 años del homicidio de este gran líder… las balas asesinas y los enemigos del desarrollo lo estigmatizaron y acribillaron por pensar diferente. Tal vez cegaron su vida, pero sus ideales y su pensamiento vivirán por siempre en el corazón de los aguazuleños y casanareños…» afirmó el exmandatario aguazuleño cuyo paradero se desconoce desde hace varios años.
«Prometí como hijo que, año tras año, seguiría llevando el nombre de mi padre en alto hasta el fin de mi existencia. Sé que es difícil imitar a un hombre como Luis María porque las personas somos únicas e irremplazables, pero humildemente con muchos errores como ser humano, he tratado de seguir sus pasos y sus ideales, luchando por el bienestar de una sociedad reclamando a gritos que hagamos una autoevaluación, para mirar en que estamos fallando , y por ende corregir el rumbo de nuestro departamento y nuestro municipio hacia uno más prospero», agregó.
«Quiero agradecer la voces de solidaridad hacia mí de las personas que han acompañado en esta penoso y tortuoso camino de injusticia, agradecer especialmente al campesino poeta Jorge Eliecer Vargas por su excelente exaltación y su homenaje póstumo a este gran líder que Luis María Jimenez; Yo José Mauricio Jimenez Pérez me sumo a este homenaje con unas palabras dicientes, honrando a la memoria de mi padre», concluyó.
MAURICIO JIMÉNEZ PÉREZ se encuentra señalado de supuestas conductas de favorecimiento al paramilitarismo y otros delitos de lesa humanidad los cuales ha negado fervorosamente, asumiendo la clandestinidad como una de sus estrategias de defensa.
En cuanto a la figura de su padre, por el año 1991 se aprestaba a participar como precandidato a la Gobernación de Casanare cuando murió a manos de dos sicarios que le ultimaron de nueve impactos de pistola a menos de dos calles de la Alcaldía Municipal, en su casa de habitación.
Autoridades de la época afirmaron que «Jiménez había sido amenazado en los últimos meses. Al parecer éstas provenían por su lucha de redistribución de las tierras de la región entre los campesinos pobres, pues era el presidente de la Asociación de Usuarios Campesinos (ANUC) de Casanare».
A pesar de tener apenas segundo año de primaria como estudio, era un hombre con gran proyección política y gozaba de altísimo cariño entre clases populares del entonces Casanare agobiado por los comienzos el impacto petrolero en la región y el brote de presencias guerrilleras y paramilitares.
Jiménez fue inspector de policía, concejal, consejero intendencial y primer alcalde popular de Aguazul y uno de los cofundadores del Movimiento de Unidad Popular Liberal de Casanare, al cual pertenecía entre otros el alcalde de Yopal, Emiro Sossa Pacheco (entre otras cosas asesinado años después también por paramilitares y justo cuando alistaba opciones políticas rumbo a elecciones).
Homicidios como el de Luis María Jiménez y posteriormente el de Juan Hernando Urrego (en 1993 cuando fungía como Alcalde de Aguazul, en este caso asesinado por la guerrilla), privaron a Aguazul de grandísimos dirigentes políticos.