Por REDACCIÓN POLÍTICA / el Nuevo Oriente – CALDERO POLÍTICO
El término “sororidad” (solidaridad o hermandad entre mujeres) se utilizó mucho en la campaña electoral al Congreso de 2022 en la que Casanare tuvo tres mujeres como candidatas al Senado de la República (Sonia Bernal, por Pacto Histórico; Amanda Rocío González, por Cambio Radical) y Adriana Prieto (por la Coalición Centro Esperanza).
En cuanto a la Cámara de Representantes, el departamento tuvo 22 aspirantes, entre ellos cinco mujeres de las cuales dos fueron “cabeza de lista”. (Jenny Esperanza Galindo, en Cambio Radical); Handerly Emile Romero Garay (Partido MIRA), y Cenobia Torcuato Caicedo (por el Partido MAIS).
Ninguna resultó elegida.
El resultado suena frustrante en un departamento cuyo más reciente censo electoral (que sitúa en 304.927 el potencial de votantes) refleja un equilibrio casi matemático entre hombres y mujeres habilitados para acudir a las urnas: 154.450 varones frente a 150.477 electoras.
Pero… ¿cuál ha sido la tradición del voto femenino en Casanare?, una región en cuya joven historia como intendencia y departamento, la presencia femenina en puestos de poder ha resultado muy inferior a la posibilidad electoral de un voto esquivo y poco exitoso en el momento de las urnas: el voto de la mujer por la mujer…
Con la inscripción como precandidata a la Gobernación de Marisela Duarte¸ esposa del influyente ex gobernador y actual senador Alirio Barrera¸ líder máximo del Centro Democrático en el departamento, vuelve a la palestra pública el tema de la participación política de la mujer en Casanare. Mientras que en algunos sectores de opinión, el debate se centra en la conveniencia de que la “casa Barrera” se mantenga en el poder; algunos medios y líderes de opinión locales han planteado la tesis de que ya es hora de entregarle el manejo de la Gobernación de Casanare a una mujer.
UN POCO DE HISTORIA…
Entre 1974 y 1991, como Intendencia que en muchas de sus decisiones dependía de Boyacá, Casanare tuvo 17 períodos de gobierno. Todos decididos por la voluntad de caciques regionales. De ellos 15 fueron de hombres y apenas dos estuvieron en manos de mujeres.
Ya como departamento, a partir de la Constitución de 1991, con elección de gobernantes por voto popular, los casanareños han tenido 30 períodos de gobierno, en manos de 23 hombres y apenas cinco mujeres, ninguna casanareña, ninguna elegida… en todos esos casos fueron funcionarias nombradas por el gobierno nacional para sustituir gobernantes suspendidos o destituidos de sus cargos.
En el caso de Yopal, la capital casanareña, elevada a la condición de municipio en 1942, apenas cuatro mujeres han sido alcaldesas: tres por nombramiento y solo una por elección.
Y aunque las cifras no muestran un verdadero empoderamiento femenino¸ se han dado algunos casos aislados que, aunque positivos¸ no muestran una tendencia creciente de apoyo a las mujeres y es más producto de la coyuntura.
El primer gran logro político lo alcanzó Lilian Fernanda Salcedo¸ en 2007 se impuso en las urnas y se convirtió en alcaldesa de Yopal. En esa oportunidad contó con el apoyo del ex gobernador William Pérez Espinel¸ quien se volcó a apoyar decididamente a Fernanda endosando en ella parte del “capital político” que por una inhabilidad no pudo aprovechar en su favor, como aspirante a un segundo período que buscaba en la Gobernación de Casanare.
Fernanda Salcedo buscó infructuosamente la Gobernación en 2015¸ en esa oportunidad ocupó el segundo lugar y para las elecciones locales de 2019 cuando volvió a la arena electoral, aspiró a la alcaldía de Yopal ocupando otro “segundo puesto”.
Más recientemente Amanda Rocío González alcanzó una curul en el Senado de la República por el Centro Democrático en el periodo de 2018-a 2022.
En esa elección ella contó con la estructura política de su primo Alirio Barrera¸ para ese entonces Gobernador de Casanare.
Para muchos, estos éxitos femeninos en las “ligas mayores” de la política local han estado ligados a influyentes barones electorales: Fernanda asociada a William Pérez y Amanda Rocío, con su primo Alirio Barrera.
La ecuación de la “política machista” que solo concede posibilidad de grandes triunfos a las candidatas cuando se asocian a padrinazgos masculinos en Casanare, pareció confirmarla las frustradas aventuras electorales de la dirigente aguazuleña, Sonia Bernal.
Embarcada en intentos políticos desde 2007, Sonia llegó a ser diputada en dos períodos pero al buscar, primero la Gobernación (2019) y luego el Senado (2022), sus candidaturas se quedaron “sin gasolina” y no lograron el ansiado apoyo del voto femenino.
APATÍA ELECTORAL…
El panorama electoral que enfrentan las casanareñas en posiciones como Alcaldías, Gobernación y Senado, se repite de manera inexorable en la Asamblea Departamental y los concejos municipales.
La cuota de género en la conformación de las listas al Concejo es del 30%. Los resultados en Casanare en cuanto a curules en concejos municipales muestran una baja participación¸ logrando en las elecciones locales de 2011 una cifra de 37 curules femeninas en los 19 municipios.
Esto para un total de 191 curules en disputa a nivel departamental¸ equivale a un 19.37 %. Los resultados de las siguientes elecciones locales (2015 y 2019) muestran aún menos participación. (Ver tabla).
Al respecto, el actual candidato a la Alcaldía de Aguazul, Juan Vargas (quien busca precisamente suceder a una mujer) nos manifestó que ha tenido problemas para conformar su lista de Concejo municipal pues las mujeres a las que han invitado a participar no están motivadas y no les atrae la política.
CONSULTAS MACHISTAS
Desde hace varios años algunos municipios implementaron procesos de consulta para elegir candidatos unificados a la Asamblea Departamental y de esta manera mejorar sus posibilidades de alcanzar una curul en dicha corporación.
Gracias a ese mecanismo de consulta en las elecciones de 2019, hubo un empoderamiento femenino en el sur de Casanare (Villanueva, Monterrey y Tauramena) primero, al elegir mujeres en las consultas y luego al imponerse en las urnas en las elecciones, alcanzando tres curules: Esmeralda Bohórquez, Zoraida Barreto y Blanca Lilia Vargas, más la curul de Lady Patricia Bohórquez que se eligió por el norte del departamento.
De las 11 posiciones disponibles, las mujeres alcanzaron cuatro curules en la actual Asamblea lo que resultó en la mejor participación política en esa corporación.
Lastimosamente, para el caso de Lady Patricia, su curul se perdió por vía de una inhabilidad que generó su salida de la Asamblea.
Sin embargo, el panorama para estas elecciones es totalmente contrario, de los 43 candidatos que compitieron en las seis consultas convocadas en este 2023 (Villanueva, Monterrey, Tauramena, Aguazul, Maní y la llamada Región del Pauto, Trinidad y San Luis de Palenque), solo hubo siete mujeres y ninguna ganó su cupo en la consulta.
Las posibilidades de que alguna mujer ocupe una curul en la próxima asamblea ahora están fincadas en la Ex alcaldesa de Recetor Leticia Palacios y las actuales concejales de Yopal Jessica Avella y Luz Mery Niño que ya anunciaron su intención de aspirar a esa corporación.
EL PANORAMA ACTUAL…
En la actuaidad, el paso más importante en cuanto a participación política de la mujer en Casanare se dio en las corporaciones, tanto en la Asamblea departamental (donde se eligieron cuatro diputadas), como en el Concejo de Yopal (donde también se eligieron cuatro concejales) y para este periodo la mesa directiva está integrada por Luz Mery Niño como presidenta, Jessica Avella como vicepresidenta y Laura Barrera como segunda vicepresidenta.
Esto les ha permitido, no solo colocar importantes temas sociales en la agenda pública, sino tener el reconocimiento y la exposición mediática para aspirar a nuevos retos electorales, dado que Luz Mery y Jessica son actuales candidatas a la Asamblea departamental.
La política casanareña, entonces, es un escenario donde ha predominado el hombre, el liderazgo en la mujer es más cuestionado y mucho más en una región que podría considerarse «machista» como la llanera.
Son muy pocos los espacios que se les permiten en las estructuras de los partidos políticos y eso se evidencia al ver sus directivas: no hay una sola mujer como presidenta departamental de algún partido político en el departamento.
El paso de las mujeres en cargos de eleccion ha traído bastante atención tanto de la ciudadanía, como de los medios de comunicación, en algunos casos incluso magnificando los errores.
Al respecto la concejal de Yopal Jessica Avella, dijo que “a las mujeres se nos observa el doble y se nos perdona la mitad, si una mujer comete un error se juzga al género, mientras que si un hombre incurre en una equivocación, se ‘juzga’ a la persona mas no al género… eso se puede ver en esta campaña, para descalificar a una candidata es común escuchar el argumento de que ‘ya se le dio la oportunidad de administrar a una mujer y mire esa pobre gestión’” .
REALIDAD CRUDA
Las bajas cifras de participación femenina en los ámbitos políticos en Casanare reflejan una cruda realidad: es que por un lado las mujeres no cuentan con la misma disponibilidad de tiempo para formarse y participar en actividades políticas, por cuenta del rol que les dio la sociedad como cuidadoras del hogar, apartándolas de otros escenarios como el político.
La diputada Blanca Lilia Vargas lo expresó de manera clara: “para nosotras las mujeres es muy complejo que se nos respete en nuestros puntos de vista, que se nos respete como actores políticos y generar esa credibilidad en nuestras posiciones frente a los diferentes temas que plantea el ámbito político”.
De igual manera cuando se le preguntó por el apoyo del gobierno departamental para fomentar la participación de la mujer, hizo la siguiente crítica: “en el departamento no veo programas, tal vez a nivel nacional, se han hecho grandes esfuerzos por las comisiones de mujer en el Senado y en la Cámara”
.A pesar de que se tenga una política pública para la mujer, se evidencia la necesidad de crear una escuela de liderazgo como lo afirmó la concejal de Yopal, Luz Mery Niño. “Yo creo que sigue faltando el tema de las escuelas de liderazgo, de formación, sobre todo que también se empiece a trabajar desde la infancia, aquí en el Concejo creamos el niño concejal, para que desde pequeños tengan el interés en estos espacios democráticos, pero también falta generar escenarios para la práctica, para que nuestras mujeres se involucren y se preparen… porque esto es una carrera paso a paso”.
En el «amanecer» de la actual campaña política y con los antecedentes de unos resultados que no han estado a la altura de las posibilidades electorales de las casanareñas vuelve a resonar con fuerza la inquietud de que ya se llegó la hora de la mujer en Casanare.