En el marco del XXV Congreso Andesco, la Constructora Bolívar también recibió dos reconocimientos en las categorías de Mercado y Ambiental por su gestión de residuos sólidos, economía circular, métodos de aprovechamiento y acciones responsables con la comunidad a través de su modelo de acompañamiento EnConjunto.
La compañía fue la ganadora del Gran Premio Andesco, la máxima distinción que otorga la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones (Andesco), por prácticas que suman un valor tangible a la construcción de país, desde una perspectiva de sostenibilidad.
El premio está avalado por la Red de Pacto Global Colombia, una iniciativa de las Naciones Unidas que busca promover y dar relevancia al desarrollo social y ambiental, la importancia de las sinergias y la capacidad transformadora de las compañías colombianas.
La Constructora Bolívar también fue reconocido en la categoría de Entorno Ambiental, donde se presentó con iniciativas para la promoción de economía circular en los proyectos urbanísticos que adelanta la compañía, así como la eliminación de residuos, al transformarlos y reincorporarlos en los procesos productivos o gestionarlos por medio de terceros transformadores.
Para ello, la empresa realiza un trabajo colaborativo a través de 70 alianzas directas e indirectas entre proveedores, gestores ambientales logísticos, empresas transformadoras y universidades que desarrollan técnicas de producción y el consumo responsable.
Al respecto, Constructora Bolívar también se ha enfocado en crear conciencia ambiental sobre la clasificación de residuos en sus obras; esto permitió que el año pasado cumpliera con su meta de disminución de 60% de residuos de construcción y demolición (RCD) propuesta para el 2024 en el ámbito nacional, lo que significa que aumentó el valor total de aprovechamiento, garantizando la adecuada gestión de los residuos y evitando su disposición final en los rellenos sanitarios, al convertirlos en materia prima para otras empresas.
La Constructora, que recientemente lanzó su Informe de Sostenibilidad 2022, además lidera 15 proyectos colaborativos de simbiosis industrial, en los que los residuos de las obras se transforman en materia prima para 18 empresas aliadas en todo el país.
Un ejemplo de esto es la obra Altea, ubicada en el macroproyecto Parque Natura en Jamundí, la primera obra en utilizar ECO BASE, un material resultado del proceso de fabricación del acero llamado escoria. Este residuo de la industria siderúrgica es triturado e instalado en el 100% de las vías internas del proyecto, cumpliendo las normativas nacionales y avalado por el Instituto Nacional de Vías (Invías).
Por otro lado, y gracias al proyecto Verde Bolívar, también ha generado valor compartido a socios estratégicos, como la Fundación Jeison Aristizábal, que beneficia a más de 1.050 niños y niñas en condición de discapacidad.
Después del debido proceso de clasificación, la Fundación recibe los residuos aprovechables como donación y se encarga de su correcta gestión y disposición; el dinero recolectado se utiliza para la compra de sillas de ruedas y para satisfacer necesidades generales de los niños que forman parte de ella.
En este sentido, la compañía ha capacitado a 3.000 trabajadores para fomentar la correcta separación y aprovechamiento de los residuos generados in situ.
La empresa también acreditó las certificaciones de construcción sostenible EDGE y LEED, que benefician a más de 45.000 familias debido al empleo de materiales y elementos enfocados en el ahorro y en consumo de menos recursos, lo que se refleja en menores costos en las facturas de servicios públicos.
La tercera distinción que recibió la Constructora fue en la categoría Entorno Mercado, orientada a destacar prácticas responsables a través de los productos y servicios.
Al respecto, la compañía participó con su programa ‘EnConjunto’, una iniciativa que, junto con clientes y residentes de los proyectos inmobiliarios de la compañía, trabajan para mejorar la vida de las familias y su entorno, aportando a la creación de capital social y a la construcción de comunidades sostenibles.
El programa ya se implementa en 20 ciudades y municipios de Colombia, a través de tres líneas de trabajo que de cara a la comunidad se convierten en proyectos que gestionan los impactos ambientales, la estabilidad administrativa y financiera y cuidan la seguridad y la buena convivencia, para así atender los problemas priorizados por cada barrio o conjunto residencial.
Durante los últimos cinco años, 300.000 personas han sido gestores activos en la construcción de capital social y valor compartido a través de EnConjunto.