Aunque a ciencia cierta nadie sabe en realidad cuántos chigüiros ha matado la extrema sequía en el norte de Casanare, ni existe tampoco un cálculo aproximado de la población de este enorme roedor en las extensas y resecas sabanas del departamento, las imágenes dramáticas de manadas de estos animales chapoteando en el barrio maloliente de sitios lejanos de Paz de Ariporo, ha vuelto a «encender alarmas» sobre el riesgo de una potencial mortandad de estos animales.
Al respecto, y en medio de una «lluvia» de críticas y dudas, la Gobernación de Casanare entrega un balance de dos millones 400 mil litros de agua aportados a charcas y pocetas de agua, donde ejércitos de este enorme roedor buscan ansiosamente los depósitos de agua que por fuerza de la intervención humana, se convirtieron en el hábitat de estos animales.
Territoriales y semiacuáticos por naturaleza, el chigüiro es una especie de roedor (el más grande del mundo) que deambulaba antes por las extensas sabanas de la orinoquia, encontrando en esteros, morichales y grandes lagos naturales, el hábitat ideal para su reproducción y permanencia.
Según el rigor del clima buscaban el alivio al verano en los extensos humedales de la Orinoquia los cuales existían en grandes extensiones… pero ahora, con la construcción de las vías y las carreteras, los flujos de agua que existían de manera natural se han alterado y a lo largo de centenares de kilómetros de terraplenes viales se crearon los famosos ‘préstamos laterales’ que no son otra cosa que esos depósitos de aguas que se forman en las cunetas, que sí albergan mucha vida y son ecosistemas eficientes en invierno pero que en verano se van secando hasta convertirse en ‘trampas mortales’ para animales como los chigüiros, que por ser territoriales y buscar el agua, pues se mueren ahí de sed y calor.
El drama quedó evidenciado en 2014 cuando una extrema sequía evidenció la muerte de miles de animales (que CORPORINOQUIA estimó en 8.000 animales sobre una población estimada en 600 mil) y convirtió el tema en algo recurrente cada que el verano azota de forma inclemente las sabanas del norte del departamento.
A partir de dicha fecha, se diseñó un plan de mitigación que consistió en la perforación de algunos pozos profundos y en estrategias de transporte de agua por carrotanques, para mantener «surtidas» algunas áreas de «préstamo lateral» con agua, para que los animales mitiguen su sed y necesidad de agua.
Sin embargo, los resultados de la estrategia, son cuestionados con frecuencia, pues resulta difícil medir la efectividad de esta estrategia.
La Dirección de Gestión del Riesgo de Desastres, presentó un balance del estado actual de los chigüiros (o capibaras) situados sobre las pocetas en los costados de la vía Centro Gaitán y Normandía del municipio de Paz de Ariporo. Guillermo Pérez, responsable de la dependencia, dijo que, aunque en la zona la oferta hídrica se ha reducido al mínimo «la distribución que se hace con carrotanques desde el mes de enero ha mantenido con vida esta especie».
Pérez agreqó que los abrevaderos construidos en 2021 por la Gobernación, en las veredas La Libertad y Libertad (sector El Trompillo); y los construidos en otras administraciones, han venido resguardando la fauna silvestre, en puntos caracterizados, distantes de la carretera.
“En este trabajo de mitigación no se ha hecho ninguna inversión a través de un contrato, los abrevaderos y el abastecimiento de agua, se realiza con la maquinaria de Gestión del Riesgo. El agua se capta en el mismo punto de la sequía, no se transporta del pueblo o largas distancias”, aclaró.
El funcionario también dio a conocer que, actualmente, la Gobernación trabaja en la contratación de un proyecto estimado en más de $3 mil millones, mediante el cual se busca la construcción de pozos profundos con sistema de bombeo solar, reservorios y un programa de reforestación.