A pesar del regocijo institucional que envuelve a las autoridades por la captura del presunto cabecilla máximo del Clan del Golfo en Casanare, alias “Jimmy”, “el Indio” o “Samir”, son muchas las dudas que persisten sobre el caso.
Según el comandante de la 8ª División del Ejército (general Mauricio José Zabala Cardona, máxima autoridad militar en la zona), el sujeto, identificado como José Antonio Hernández Pérez, fue capturado en la mañana del pasado sábado 25 de septiembre, en Villanueva, sur de Casanare.
El procedimiento, a cargo del Gaula Militar, contó con el acompañamiento de unidades policiales (SIJIN) y de funcionarios adscritos a la Unidad Especial de Investigación (UEI) de la Fiscalía, y permitió la captura de quien, dicen las autoridades, sería el cabecilla principal de la subestructura “Gonzalo Oquendo” del Clan del Golfo, que desde finales de 2020 hizo su ingreso delictivo a Casanare.
Según la Fiscalía, alias “Samir” estaría involucrado, como posible determinador, en la comisión de por lo menos 22 homicidios de civiles, ejecutados entre 2020 y 2021, en municipios como Yopal, Maní, Monterrey, Villanueva, Pore y Orocué, con el objetivo de intimidar a la ciudadanía, consolidar presencia delictiva o tomar retaliaciones por hechos ilegales de diversa índole.
Informes de inteligencia militar allegados al proceso, indican que este hombre (de 47 años) a comienzos de los años 2000 habría pertenecido a los entonces autodenominados grupos de autodefensas.
Además de ordenar la ejecución de más de 20 homicidios, las autoridades también señalan a “Samir” de otras conductas delictivas como extorsión y narcotráfico, en los municipios limítrofes entre Casanare, Meta y Cundinamarca.
Posterior a su captura, el ente acusador le imputó los delitos de homicidio agravado; concierto para delinquir agravado con fines de homicidio, en calidad de cabecilla; fabricación, tráfico, porte de armas de fuego agravado; y lesiones personales.
Por pedido de la Fiscalía, el Juzgado Promiscuo Municipal de Tauramena, con función de control de garantías, impartió legalidad a las diligencias e impuso medida de aseguramiento en centro carcelario contra el procesado, quien no aceptó su responsabilidad en los hechos de los que se le señala.
¿Y LA “CONFUSIÓN”…?
Ahora bien. Lo particular de este caso es que una captura de similares características, había reportado hace al menos dos semanas, la Policía, como resultado de una operación también en Villanueva que, se dijo, dio como resultado la captura de alias “Samir”.
“Pero eso fue una ‘confusión’ de la Policía… no he hablado bien con el comandante de dicha institución, pero ahí tuvieron una equivocación”, dijo el general Zabala sobre el tema, del cual la autoridad policial no volvió a entregar información.
Sin embargo, lo que el general Zabala atribuyó a una “confusión”, el coronel de la Policía, José Rafael Miranda Rojas, lo explicó como un caso de “vencimiento de términos”, por lo que el sujeto fue dejado en libertad y aparentemente esta sería una “recaptura” o, por lo menos, “una segunda captura”.
“No sé qué habrá dicho mi General, pero se trataba de la misma persona que quedó en libertad y pues volvió a ser requerida por las autoridades”, dijo el coronel Miranda, sin adentrarse en más detalles…
Sobre el caso, persisten una serie de dudas:
¿Por qué este peligroso delincuente quedó libre en una primera ocasión, si tenía tan delicados antecedentes y señalamientos?
¿Realmente dicha liberación se debió a un tema de términos o a alguna negligencia policial en los procedimientos de captura o en la custodia del capturado?
¿Suena lógico que un individuo de dicha supuesta peligrosidad sea capturado una vez y dos semanas después lo recapturen en el mismo municipio, o sea, como si estuviera “esperando” la recaptura?
En fin. Muchos y muy delicados son los interrogantes que genera este extraño procedimiento de las autoridades.