Un seguimiento de inteligencia de más de cuatro meses, que se materializó en una operación policial de alta precisión, permitió dar captura en zona rural de Montería (Córdoba) a uno de los más temibles líderes del siniestro «Clan del Golfo» y cuya presencia ya se había hecho sentir en Casanare.
Se trata de Jesús Ramos Machado, alias «Aquiles», a quien se señala de una gran cercanía con el capo narcotraficante alias ‘Otoniel’, máximo jefe de dicha estructura criminal, y con quien precisamente parece que estuvo reunido durante este fin de año, coordinando acciones de expansión del ‘Clan del Golfo’ a varias zonas del país.
El mismo Presidente, Iván Duque, reportó el éxito operacional y dijo que alias ‘Aquiles’ tenía el encargo de expandir el accionar del grupo criminal a regiones del país como la Orinoquía. Las labores de seguimiento desplegadas durante los 4 meses que duraron las pesquisas hasta dar con el paradero del peligroso sujeto, determinaron que tuvo varios movimientos entre Villavicencio (Meta) y Yopal (Casanare), en procura de realizar contactos para la incursión del Clan por esta zona.
Incluso, la presencia declarada de manera oficial a mediados de noviembre pasado de elementos criminales al servicio de esta estructura, al menos 11 capturas, varios homicidios en municipios como Barranca de Upía (Meta) y Villanueva (Casanare), dan cuenta de que efectivamente el «Clan del Golfo» hizo evidente su accionar en la región.
Citando fuentes de la Policía, medios nacionales como EL TIEMPO revelaron que «tras la captura de alias ‘Aquiles’, sus hombres en Cumarál, Barranca de Upía y San Martín (Meta), emprendieron huida hacia Venezuela y se habrían ocultado en las sabanas de Casanare y Arauca, mientras que otros retornaron de inmediato a Urabá».
Alias «Aquiles» es un exparamilitar de amplia militancia que incluso fue cobijado por beneficios de la Ley de Justicia y Paz que le permitieron recupera a libertad, a pesar de requerimientos de la Fiscalía y de diversos juzgados y tribunales por delitos como homicidio; deportación, expulsión, traslado o desplazamiento forzado de población civil; hurto calificado y agravado, secuestro agravado; además de procesos por fabricación, tráfico y porte de arma de fuego y municiones; homicidio, desaparición forzada, concierto para delinquir y costreñimiento para delinquir.
Recientemente había rendido una declaración en versión libre ante una sala de Justicia y Paz pero pese a su aparente interés de aclarar su situación jurídica, mantenía su actividad de narcotráfico y participación en el grupo criminal del «Clan del Golfo».
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