Meta, Casanare y Arauca, epicentros de la producción arrocera en Colombia, enfrentan una crisis marcada por la sobreoferta del grano, la caída de precios y el contrabando. El Gobierno Nacional y representantes del sector han establecido acuerdos para mitigar la situación.
Sobreoferta y caída de precios
El sector arrocero colombiano enfrenta una situación de sobreoferta, resultado de tres años consecutivos de incrementos en el área sembrada. Esta sobreproducción ha generado una acumulación de inventarios y una disminución en los precios del arroz paddy verde, afectando la rentabilidad de los productores.
Contrabando agrava la crisis
El ingreso de arroz de contrabando desde países vecinos ha exacerbado la crisis. En respuesta, el Ministerio de Agricultura, en coordinación con la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), ha intensificado los operativos fronterizos. En lo que va del año, se han realizado 13 operativos que resultaron en la incautación de cargas de arroz avaluadas en 235 millones de pesos.
Acuerdos para la recuperación
En una mesa técnica con representantes de Dignidades Agropecuarias y líderes arroceros de Meta, Casanare y Arauca, se acordó implementar medidas para enfrentar la crisis. Entre ellas, se destaca el registro obligatorio de la intención de siembra para el segundo semestre de 2025, con el objetivo de controlar la sobreproducción.
Además, el Gobierno aprobó un Programa de Apoyo para el Acceso a Insumos Agropecuarios con una inversión de 7.000 millones de pesos, dirigido a pequeños y medianos productores de arroz en regiones como los Llanos Orientales. Pluralidad Z
Perspectivas y desafíos
Aunque las medidas adoptadas buscan aliviar la situación del sector arrocero en los Llanos Orientales, los productores señalan que se requieren acciones sostenidas para garantizar la estabilidad a largo plazo. La implementación efectiva de los acuerdos y el fortalecimiento de la lucha contra el contrabando serán clave para la recuperación del sector.
La crisis actual pone de manifiesto la necesidad de una planificación estratégica en la producción arrocera y de políticas públicas que fortalezcan la competitividad del sector en el mercado nacional e internacional.
