Sácama, un pequeño municipio del norte de Casanare se ha caracterizado en las últimas elecciones como uno de los pocos enclaves políticos del conservatismo en un departamento de abierta tradición liberal y últimamente uribista.
Sin embargo, las diferencias internas de una pugna que en los útimos meses ha significado que varios tradicionales dirigentes conservadores terminaran barridos por un «viento de cambio» que se tomó el partido desde las costas del caño Usívar en Yopal, han frustrado aspiraciones como el caso que ahroa enfrenta FABIO ESTUPIÑÁN, a quien se le había prometido y gestionado aval como candidato conservador a la Alcaldía de Sácama.
Sin embargo, días después del anuncio y la foto, se conoció el anuncio de un directivo conservador sobre el retiro del aval.
Esta semana, el 9 de agosto, mediante una declaración de video, el directivo del directorio Nacional Conservador, Samir Berrio Scaff, anunció la revocatoria del aval de Estupiñán por «decisión» del partido hecho que atribuyó a amenazas que recibió el candidato por lo que él mismo habría expresado su intención de retiro en una reunión del 17 de julio en Yopal.
Si embargo, el rastreo periodístico a la «amenaza» no arrojó resultados y el desmentido que el propio ESTUPIÑÁN hizo público a propósito de esta «especie», ratifica la sospechosa maniobra azul que lo despojó del aval conservador, entregándole el respaldo electoral de dicha colectividad a YEFERSON TÉLLEZ coavalado por el Partido ASI y los conservadores.
«Yo no renuncié al aval ni denuncié amenazas», dijo ESTUPIÑÁN mediante un comunicado en el que también aclara que la inscripción de su candidatura tuvo todo tipo de manobras que se lo impidieron.
En respuesta, el dirigente Samir Berrío tildó a FABIO ESTUPIÑÁN de «mentiroso» y agregó que «se hace la víctima cuándo usted sabe lo que me dijo y al frente de sus otros compañeros que ojalá tengan la gallardía de reconocer lo que me dijo, y los medios que quieran conocer la verdad me pueden contactar y les aportaré las pruebas que lo que dije en el comunicado es lo que este señor me manifestó».
La polémica está servida en Sácama donde el apetito burocrático de un sector del conservatismo casanareño, no tuvo freno aunque la jugada de defenestrar del aval a su candidato, podría costarles cara en las elecciones del 29 de octubre.